Facebook ¡Síguenos en Facebook!


Y cuando aparezca el Príncipe de los pastores, vosotros recibiréis la corona incorruptible de gloria.

-- 1 Pedro 5:4


Porque la tierra será llena del conocimiento de la Gloria de Jehová, como las aguas cubren el mar.
-- Habacuc 2:14

Fracaso en la Oracion (Cadena #2881)

 

 

Deuteronomio 1:45 (RVR)
45 Y volvisteis y llorasteis delante de Jehová, pero Jehová no escuchó vuestra voz, ni os prestó oído. 

Deuteronomio 1:45 (LBLA)
45 Entonces volvisteis y llorasteis delante del Señor, pero el Señor no escuchó vuestra voz, ni os prestó oído. 

1 Samuel 14:37 (RVR)
37 Y Saúl consultó a Dios: ¿Descenderé tras los filisteos? ¿Los entregarás en mano de Israel? Mas Jehová no le dio respuesta aquel día. 

1 Samuel 14:37 (LBLA)
37 Y consultó Saúl a Dios: ¿Descenderé contra los filisteos? ¿Los entregarás en manos de Israel? Pero El no le contestó en aquel día. 

1 Samuel 28:6 (RVR)
6 Y consultó Saúl a Jehová; pero Jehová no le respondió ni por sueños, ni por Urim, ni por profetas. 

1 Samuel 28:6 (LBLA)
6 Y Saúl consultó al Señor, pero el Señor no le respondió ni por sueños, ni por Urim, ni por profetas. 

Salmo 66:18 (RVR)
18 Si en mi corazón hubiese yo mirado a la iniquidad, El Señor no me habría escuchado. 

Salmo 66:18 (LBLA)
18 Si observo iniquidad en mi corazón, el Señor no me escuchará. 

Proverios 1:28 (RVR)
28 Entonces me llamarán, y no responderé; Me buscarán de mañana, y no me hallarán. 

Proverbios 1:28 (LBLA)
28 Entonces me invocarán, pero no responderé; me buscarán con diligencia, pero no me hallarán; 

Proverbios 21:13 (RVR)
13 El que cierra su oído al clamor del pobre, También él clamará, y no será oído. 

Proverbios 21:13 (LBLA)
13 El que cierra su oído al clamor del pobre, también él clamará y no recibirá respuesta. 

Proverbios 28:9 (RVR)
9 El que aparta su oído para no oir la ley, Su oración también es abominable. 

Proverbios 28:9 (LBLA)
9 Al que aparta su oído para no oír la ley, su oración también es abominación. 

Isaías 1:15 (RVR)
15 Cuando extendáis vuestras manos, yo esconderé de vosotros mis ojos; asimismo cuando multipliquéis la oración, yo no oiré; llenas están de sangre vuestras manos. 

Isaías 1:15 (LBLA)
15 Y cuando extendáis vuestras manos, esconderé mis ojos de vosotros; sí, aunque multipliquéis las oraciones, no escucharé. Vuestras manos están llenas de sangre. 

Isaías 59:2 (RVR)
2 pero vuestras iniquidades han hecho división entre vosotros y vuestro Dios, y vuestros pecados han hecho ocultar de vosotros su rostro para no oir. 

Isaías 59:2 (LBLA)
2 Pero vuestras iniquidades han hecho separación entre vosotros y vuestro Dios, y vuestros pecados le han hecho esconder su rostro de vosotros para no escucharos

Miqueas 3:4 (RVR)
4 Entonces clamaréis a Jehová, y no os responderá; antes esconderá de vosotros su rostro en aquel tiempo, por cuanto hicisteis malvadas obras. 

Miqueas 3:4 (LBLA)
4 Entonces clamarán al Señor, pero El no les responderá; sino que esconderá de ellos su rostro en aquel tiempo, porque han hecho malas obras. 

Zacarías 7:13 (RVR)
13 Y aconteció que así como él clamó, y no escucharon, también ellos clamaron, y yo no escuché, dice Jehová de los ejércitos;

Zacarías 7:13 (LBLA)
13 Y sucedió que, como yo había clamado y ellos no habían querido escuchar, así ellos clamaron y yo no quise escuchar—dice el Señor de los ejércitos— 

Santiago 1:6-8 (RVR)
6 Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra. 7 No piense, pues, quien tal haga, que recibirá cosa alguna del Señor. 8 El hombre de doble ánimo es inconstante en todos sus caminos. 

Santiago 1:6-8 (LBLA)
6 Pero que pida con fe, sin dudar; porque el que duda es semejante a la ola del mar, impulsada por el viento y echada de una parte a otra. 7 No piense, pues, ese hombre, que recibirá cosa alguna del Señor,  8 siendo hombre de doble ánimo, inestable en todos sus caminos. 

Santiago 4:3 (RVR)
3 Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites. 

Santiago 4:3 (LBLA)
3 Pedís y no recibís, porque pedís con malos propósitos, para gastarlo en vuestros placeres.